El programa de Raúl Tola, “A esta hora se improvisa” transmitido por canal N, es una propuesta nueva para la televisión peruana donde se intenta realizar una serie de entrevistas informales sobre ámbitos poco tocados de distintos personajes, y además supone dejar de lado la clásica estructura periodística. Lo propuesto es un giro en cuanto a temáticas, encuadres y toda la estructura típica de este género.
Pero lo que resulta es una verdadera improvisación en pantalla, tal y como su nombre lo dice. Raúl no sale del esquema de preguntas que guarda en un papel, mostrándose desatento y bastante distraído pues mientras el entrevistado responde, él va leyendo la siguiente pregunta. A pesar de llevar la suficiente cantidad de información y de tener dos años entrevistando en televisión, su papel está compuesto por un sinfín de errores, cayendo en contradicciones y logrando un programa insípido al que ningún televidente le concedería más de media hora de atención.
En cuanto al planteamiento de imagen el programa es bastante tradicional, las tomas van combinando planos busto con planos conjunto por lo que la estructura visual es también estática. En la emisión del viernes 27 de septiembre Alonso Alegría desmintió más de una vez al conductor que afirmaba que el entrevistado había dirigido a Paul Newman, los errores se dieron también en edición ya que el audio del informe sobre la pelea Butters vs. Rospigliosi no iba con la imagen. Además en vez de ser irreverente cae en la impertinencia como en la entrevista a Oswaldo Cattone que inicia preguntando sobre sus fantasías sexuales. Finalmente la originalidad que intenta presentar este programa se convierte en una vergonzosa opción más de nuestra televisión.
Pero lo que resulta es una verdadera improvisación en pantalla, tal y como su nombre lo dice. Raúl no sale del esquema de preguntas que guarda en un papel, mostrándose desatento y bastante distraído pues mientras el entrevistado responde, él va leyendo la siguiente pregunta. A pesar de llevar la suficiente cantidad de información y de tener dos años entrevistando en televisión, su papel está compuesto por un sinfín de errores, cayendo en contradicciones y logrando un programa insípido al que ningún televidente le concedería más de media hora de atención.
En cuanto al planteamiento de imagen el programa es bastante tradicional, las tomas van combinando planos busto con planos conjunto por lo que la estructura visual es también estática. En la emisión del viernes 27 de septiembre Alonso Alegría desmintió más de una vez al conductor que afirmaba que el entrevistado había dirigido a Paul Newman, los errores se dieron también en edición ya que el audio del informe sobre la pelea Butters vs. Rospigliosi no iba con la imagen. Además en vez de ser irreverente cae en la impertinencia como en la entrevista a Oswaldo Cattone que inicia preguntando sobre sus fantasías sexuales. Finalmente la originalidad que intenta presentar este programa se convierte en una vergonzosa opción más de nuestra televisión.