Thursday, October 31, 2002


La Facultad está de fiesta, por los pasillos corren jóvenes ansiosos, todo está quedando como estaba planeado, un alboroto nos indicaba la apertura de la presentación del Comunicarte en donde los mejores trabajos serían expuestos ante los alumnos, sus familiares y todos aquellos que quisieran apreciarlos. Es la primera vez que este evento se realiza con tanto brillo, ya que por celebrarse los 30 años de la Facultad de Comunicación tenía que ser un acontecimiento extraordinario, digno de ser recordado.

Camino entre el bullicio, tropiezo con un afiche que anunciaba un seminario a las 10 de la mañana donde participarían reconocidos periodistas. Miro mi reloj y me apresuro para llegar a la cita en la que estarían Beto Ortiz, Raúl Tola, Luis Jaime Cisneros y Elsa Úrsula, al llegar al tercer piso del nuevo pabellón me doy con la sorpresa que aunque el auditorio estaba colmado de expectativa, ningún invitado estaba presente.

Decido sentarme, el público se incrementa, un camarógrafo se instala en un lugar estratégico y tras una larga espera- pasados cuarenta minutos de la hora fijada en el programa- se da inicio al Seminario “Periodismo Televisivo: La imagen de la realidad”. Sólo dos invitados ocupan el panel, el profesor de la facultad Mario Gutiérrez situado en el centro nos anuncia el debate candente que se veía venir.

Mientras el moderador plantea los ejes centrales, aparece un hombre que escondiéndose de la cámara intenta arreglar sigilosamente el parlante derecho de la sala. Sin más preámbulos se inicia el debate, Elsa Úrsula, periodista que trabajó en La Revista Dominical, habla sobre las dos etapas por las que pasó dicho programa concluyendo que el poder político superó al periodismo televisivo en aquella época. Sobre la segunda etapa de este programa, la reportera afirma que “Fue un ahogo duro de soportar”, atribuyéndole la culpa al gobierno actual, que según dice, presionó a los anunciantes que terminaron por retirar su auspicio.

Para el segundo eje, el público espera que por fin se debatan los puntos de vista de estos controvertidos periodistas, pero nunca se dio. En medio del discurso de Mario Gutiérrez una joven acercó bebidas a los panelistas, un café para Beto, que junto al vaso de agua entibió el esperado debate, una Inca Kola para Elsa Úrsula que parecía simbolismo del amarillismo de la reportera y un vaso de agua para el moderador.

Hablaron del periodismo como cuarto poder, donde Beto Ortiz incide en la posición de aquellos periodistas que cree que tienen el poder y que el denomina como “Paladines de la justicia” los cuales están personificados en César Hildebrandt, Nicolás Lucar etc.

Ya habían transcurrido largos minutos de calma que producían ansiedad en el auditorio, pero el debate no se daba, ambos invitados coinciden en sus opiniones y por más que se tratan temas candentes estos parecen defenderse mutuamente.

Así el último punto a tratar es el del “Chongo show” denominado así por Elsa Úrsula al referirse a la televisión actual. Nadie se ofendió, es más, Beto Ortiz indica que estamos en un “proceso de empayasamiento” y que él como muchos otros periodistas esta obligado a hacer del periodismo un show. Ambos concluyen en que los culpables de la televisión basura son los televidentes y que ellos sólo responden a sus demandas.

Finalmente un roce entre una alumna y Beto Ortíz es lo único picante en la sesión, gracias a su intervención los panelistas adujen que lo que se nos enseña en las aulas de clase no corresponde a lo que se vive en la realidad de un medio de comunicación y que por ende dejo entredicho que luego nos daremos cuanta de que la presión de los dueños de un medio nos pueden llevar a olvidar los valores morales.

Unas cuantas preguntas que no aportan nada, carentes aplausos y un bufete que nos espera en la puerta del auditorio, nos conduce hacia el final de una jornada poco interesante.

Sunday, October 20, 2002

La popularidad del Presidente Alejandro Toledo decae día a día con mayor fuerza, primero fueron sus promesas incumplidas las que desataron marchas de protesta a nivel nacional, hasta hace pocas semanas las declaraciones inapropiadas de su esposa Eliane Karp que trató de “partiduchos” y pronunció un plan golpista en nuestro Congreso exacerbó a la opinión pública.

Pero para esta semana el detonante fue la visita que hizo el Vocal Supremo José Silva Vallejo, que llevaba el proceso de paternidad del Presidente demostrando que la corrupción de los altos mandos se mantiene. Este hecho desencadenó el proceso de conciliación que culminó en pocas horas con el reconocimiento de Zaraí Toledo Orozco como hija de nuestro mandatario.

El programa periodístico Reportajes conducido por Pamela Vertiz y transmitido todos los domingos a las 9 de la mañana por Panamericana Televisión, inició la edición del 20 de octubre presentando el caso Zaraí, por ser éste el tema de la semana en nuestro país. Con la presentación acostumbrada y la sonrisa, no siempre pertinente, de la conductora se abrió paso al reportaje donde a través de lágrimas, palabras desatinadas, y la lucha tenaz de una mujer por que sea reconocida su hija, se intenta conmover al pueblo peruano y otorgar así una prueba más de la campaña contra el gobierno por parte de algunos medios de prensa. Y es que la imparcialidad no es la característica más saltante de este tipo de programas desde hace algún tiempo.

El equipo periodístico, a través de material de apoyo, contextualiza al telespectador presentando un recuento de las declaraciones que Zaraí Toledo ha pronunciado en sus diferentes apariciones en televisión. Cada una bajo un titular y la fecha del episodio, por ejemplo “Cosa Juzgada” con fecha 1° de junio del 2001 donde entre llantos y gritos la niña llama corrupta a la jueza que declaró cerrado el caso, o el subtítulo “ Conciliación” con imágenes emitidas el 26 de julio del 2002 donde la hoy hija reconocida del Presidente Alejandro Toledo, declara con mayor serenidad.

Se presentaron además entrevistas a Zaraí y a su madre, Lucrecia Orozco, las cuales pudieron excluirse ya que aportaron lo mismo, es más la periodista omite datos importantes como el famoso pedido de 100 mil dólares que el Presidente debería pagar a la familia Orozco para cubrir sus gastos judiciales, así como el compromiso de la familia que prometió donar el dinero proveniente del padre y mandatario peruano.

Sin intentar llegar más allá, sólo componiendo el informe con antecedentes, con las declaraciones de una de las partes, remarcando la gratitud a Panamericana pues la denuncia que se realizó el domingo anterior sobre la visita del Vocal, fue la que ejerció presión y detonó en esta conciliación y omitiendo preguntas de fondo, se difundió el reportaje tan anunciado por dicha televisora.

Tuesday, October 08, 2002

El programa de Raúl Tola, “A esta hora se improvisa” transmitido por canal N, es una propuesta nueva para la televisión peruana donde se intenta realizar una serie de entrevistas informales sobre ámbitos poco tocados de distintos personajes, y además supone dejar de lado la clásica estructura periodística. Lo propuesto es un giro en cuanto a temáticas, encuadres y toda la estructura típica de este género.

Pero lo que resulta es una verdadera improvisación en pantalla, tal y como su nombre lo dice. Raúl no sale del esquema de preguntas que guarda en un papel, mostrándose desatento y bastante distraído pues mientras el entrevistado responde, él va leyendo la siguiente pregunta. A pesar de llevar la suficiente cantidad de información y de tener dos años entrevistando en televisión, su papel está compuesto por un sinfín de errores, cayendo en contradicciones y logrando un programa insípido al que ningún televidente le concedería más de media hora de atención.

En cuanto al planteamiento de imagen el programa es bastante tradicional, las tomas van combinando planos busto con planos conjunto por lo que la estructura visual es también estática. En la emisión del viernes 27 de septiembre Alonso Alegría desmintió más de una vez al conductor que afirmaba que el entrevistado había dirigido a Paul Newman, los errores se dieron también en edición ya que el audio del informe sobre la pelea Butters vs. Rospigliosi no iba con la imagen. Además en vez de ser irreverente cae en la impertinencia como en la entrevista a Oswaldo Cattone que inicia preguntando sobre sus fantasías sexuales. Finalmente la originalidad que intenta presentar este programa se convierte en una vergonzosa opción más de nuestra televisión.